En la clase de Jaimito, la maestra les pide a los niños que se porten bien aquella tarde porque el
director iría a visitar la clase. Les pide específicamente que no digan: "Maestra: ¿puedo ir al baño a orinar?" Sino que digan: "Maestra:¿ puedo ir a cortar una flor?" Pues se escucha más bonito y eso impresionaría al director. Llega la hora, y el director entra y se sienta, los niños empiezan a llamar a la maestra... Juanito "Maestra: ¿puedo ir a cortar una flor?", María: "¿Maestra: puedo ir a cortar una flor?" , Pablito "¿Maestra: puedo ir a cortar una flor?" y sale Jaimito: "Maestra, ¿me presta papel para limpiarme el florero?
Extrañada de que su hijo regresara tan temprano de la escuela, la mamá de Jaimito le interroga:
¿Por qué llegaste tan temprano de la escuela, hijo?
Es que fui el único que pude contestar una pregunta.
¡Muy bien, Jaimito! ¡Eres un niño tan estudioso! ¿Y cuál fue la pregunta?
¿Quién le tiró el borrador al Director?
Tres hijos dejaron su hogar, se independizaron y prosperaron. Cuando se juntaron nuevamente, hablaron de los regalos que habían podido hacerle a su madre.
El primero dijo:
-Yo construí una casa enorme para nuestra madre.
El segundo dijo:
-Yo le mandé un Mercedes con un chofer.
El tercero dijo:
Les gané a los dos: ustedes saben cuánto disfruta mama de leer la Biblia, y saben que no puede ver muy bien. Le mandé un gran loro que puede recitar la Biblia en su totalidad. Les llevó 20 años a 12 franciscanos enseñársela. Contribuí con 1.000.000 euros por año durante 20 años, pero valió la pena. Mamá sólo tiene que nombrar el capítulo y el loro lo recita.
Pronto, la Mamá envió sus cartas de agradecimiento.
Escribió a su primer hijo:
- Andrés, la casa que construiste es tan grande. Yo vivo en un solo cuarto pero tengo que limpiar toda la casa.
Escribió a su segundo hijo:
- Miguel, estoy demasiado vieja como para viajar. Me quedo en casa todo el tiempo, así es que nunca uso el Mercedes.
Escribió a su tercer hijo:
Mi queridísimo Luis, fuiste el único hijo que tuvo el sentido común de saber lo que le gusta a tu madre....
...el pollo estaba delicioso...
Esta es una nota que Cristina les dejó a sus padres un día que la castigaron: «Queridos padres: Me voy de casa porque no me merezco vivir aquí. Un beso, Cristina. Estoy en el garaje, adiós».
Hubo un robo en una joyería de la capital. Llega la policía y encuentra las ventanas rotas y a un viejito mendigo cerca de la puerta. Los policías dicen:
¡Este es el ladrón! Llevémoslo a la pileta del parque para que confiese.
Lo llevan y lo meten de cabeza dentro del estanque; lo sacan y le preguntan:
¿Dónde están las joyas?
El viejito no contesta nada, entonces lo vuelven a meter durante más tiempo. Lo sacan de nuevo:
¿Dónde están las joyas?
Nada que contesta, lo meten la tercera vez, durante dos minutos, entonces el viejito levanta una mano; un policía dice:
¡Ya va a hablar!
Lo sacan y le preguntan:
A ver, ¿Dónde están las joyas? ¿Qué tiene que decir?
Contesta el viejito:
Que llamen a un buzo porque yo no veo nada en el estanque.